Proyecciones de la ONU anticipan un freno en el avance económico de Latinoamérica
¿Cómo impactará la desaceleración global en América Latina y el Caribe? La ONU tiene predicciones que debes conocer.
Proyecciones de la ONU anticipan un freno en el avance económico de Latinoamérica
El pronóstico más reciente emitido por la Organización de las Naciones Unidas no trae buenas noticias para América Latina y el Caribe. De acuerdo con su informe económico, se espera que el crecimiento de estas regiones experimente un marcado descenso, pasando de una expansión del 2,2 % en 2023 a solo un 1,6 % para el año 2024.
Durante la divulgación del reporte a través de una transmisión por el canal de Youtube de la ONU México, Sebastián Vergara, economista de la organización, enfatizó que la moderación en el crecimiento es una tendencia que ha prevalecido durante años, y que ahora se ve exacerbada por factores estructurales que han limitado el desarrollo económico sostenido de la región.
El año 2023 superó algunas previsiones gracias a la fortaleza del consumo y la inversión, robustas inyecciones de capital y una demanda externa consolidada. Sin embargo, distintos elementos contribuirán al debilitamiento del ritmo económico en 2024, entre estos se destaca el rigor de las políticas monetarias adoptadas a nivel global.
El informe sugiere que la ralentización de la demanda foránea restringirá el crecimiento de las exportaciones. Este efecto se verá agravado por las vulnerabilidades estructurales y la incertidumbre política, factores que podrían desestimular significativamente las inversiones.
Esta desaceleración de la economía latinoamericana y caribeña no es un evento aislado, sino que se inscribe en un contexto más amplio en el que potencias como Estados Unidos y China también prevén una reducción en su expansión económica, lo que a su vez tiene consecuencias directas para la región en términos de comercio exterior, remesas y flujos de capitales.
Adicionalmente, la volatilidad de los mercados financieros internacionales añade una capa de incertidumbre al escenario, afectada por decisiones de política monetaria de bancos centrales importantes, como la Reserva Federal de Estados Unidos, y la intensificación de conflictos geopolíticos.
Por si fuera poco, los desafíos asociados al cambio climático y eventos naturales específicos, tal como 'El Niño', podrían engendrar presiones inflacionarias adicionales. La ONU alerta sobre la necesidad de políticas macroeconómicas más robustas y de incrementar las inversiones para afrontar adecuadamente estos desafíos emergentes.
En lo que respecta a la inflación, las expectativas son que la tasa general disminuya del 6,8 % al 4,3 % en 2024, aunque se prevé que en países como Argentina y Venezuela, la inflación sea significativamente más elevada. Asimismo, se advierte sobre una posible desaceleración en la creación de empleo y un aumento en las tasas de desempleo en distintas economías de la región.
Al analizar los datos por países, se destacan situaciones particulares como la de Brasil, que verá un desplome en su crecimiento del PIB de 3,1 % en 2023 a 1,6 % en 2024, influenciado por el incremento en las tasas de interés. México también enfrenta una disminución en su progreso económico, que se prevé pase de un 3,5 % a 2,3 %, en parte debido a la ralentización económica de su vecino del norte.